Pensamiento Reflexivo vs Perder el Tiempo
El pensamiento reflexivo nos ayuda a desarrollar nuestra creatividad, repasar nuestros hábitos, y construir aleatoriamente ideas que pueden valer la pena.
El pensamiento reflexivo no es una idea nueva, pero Schon (1983, 1987) inició a escribir sobre ésta idea en su práctica docente. Ahora, es básico y se cree en la importancia del pensamiento crítico y análitico, aplicado en la enseñanza educativa.
Dentro del pensamiento reflexivo, podemos describir a los elementos cognitivos, que nos indican como procesamos la información y tomamos nuestras decisiones. Después, nos podemos enfocar en los elementos del pensamiento crítico, por el cual dirigimos nuestros pensamientos y acciones, de acuerdo a nuestras experiencias, metas e implicaciones sociales. Y por último podemos tomar en cuenta las interpretaciones globales y particulares de lo que sucede en nuestro contexto social y personal.
Con este contexto teórico, podemos analizar un poco el apalancamiento del pensamiento reflexivo en nuestras vidas, y contrastarlo con la pérdida del tiempo.
Fiona Kerr comunicadora científica y miembro de la facultad de la Universidad de Adelaida, nos da una idea de cómo y por qué funciona este tipo de pensamiento reflexivo: “Soñar despierto (como con la reflexión) permite a la mente vagar”, explica. “El resultado es consistentemente más productivo cuando se trata de problemas complejos o se presentan soluciones e ideas creativas”.
No es la única que comparte estas ideas. Por ejemplo, en el campo de la educación, se ha trabajado mucho en la idea del pensamiento reflexivo desde la década de los 80's, y es algo que ahora se considera un componente crítico para ser un maestro eficaz.
Sabemos que dormir en promedio 6–8 horas diarias es saludable, y esto permite la consolidación de la memoria; además se piensa que favorece a la formación de conexiones neuronales no lineales, que tanto ayudan a nuestra capacidad de descomponer los problemas, y resolverlos a través de una nueva reflexión o punto de vista diferente.
El vagabundeo mental que nos ocurre en cualquier momento nos puede ayudar con esto, pero un esfuerzo más profundo y más decidido puede producir una recompensa desproporcionadamente mayor. Por lo tanto, contruir un hábito sólido de ideas aleatorias es recomendable, para llegar a un profundo pensamiento reflexivo.
Les comparto algunas preguntas en las que se puede reflexionar:
¿Estoy emocionado de estar haciendo lo que estoy haciendo o estoy en un movimiento sin objetivo, metas, propósito?
¿Son equilibradas las compensaciones entre el trabajo y mis relaciones?
¿Cómo puedo acelerar el proceso desde donde estoy, hasta donde quiero ir?
¿Qué oportunidades no estoy persiguiendo, que potencialmente podría?
¿Qué pequeña cosa podría produr un impacto desproporcionado en mis acciones?
¿Qué podría probabilísticamente ir mal en los próximos 6 meses de mi vida? ¿ Cuánto tiempo le dedico a la construcción de mis ideas?
En lo personal, he tropezado con grandes ideas con estas pausas productivas, que posiblemente no habría encontrado tan rápido de otra manera.
Curiosamente, gran parte de este valor de idear productivamente no sale de las preguntas directas comunes en nuestro andar, pero después de agotar las respuestas sencillas y rápidas, es cuando se puede uno concentrar y empezar a vagar mentalmente en búsqueda de nuevas cuestiones.
Es probable que ésta no sea una solución viable para todos nosotros, porque definitivamente llegar a un grado de concentración profundo, depende mucho de que nos guste y tranquilice. Pero ten la seguridad que se puede aprovechar más el tiempo generando ideas aleatorias, que contestando preguntas en las redes sociales. Te lo comento, porque he intentado ambos caminos. Y siento que pierdo más mi tiempo en la reflexión de las respuestas en foros de las redes sociales, que en la introspección de las mismas ideas.
La investigación también parece apoyar los beneficios del pensamiento reflexivo y los sueño raros. En mi caso, me he dado cuenta que un tiempo excelente para ser creativo, es después de soñar dormido. Al despertar escribo parte de mis sueños y los combino con ideas que tenía antes en la memoria. El escribir de los sueños es divertido, porque es una memoria a corto plazo, que si me espero unos minutos se desvanecen las ideas como fantasmas que estuvieron rondando.
Una estrategía para crear un hábito, es prácticar 2 horas continuas en divagar, y si esto es mucho tiempo para pensar, tal vez un tiempo más corto como 1 hora puede funcionar. Pero ésta inversión es una pausa efímera productiva. Es necesario que deje jugar a su mente, y se divierta haciendo preguntas o creando suposiciones; con la práctica se divaga rápido y la mente creativa sabe lo que quiere construir en poco tiempo.
Al igual que los sueños, se puede olvidar fugazmente cada idea simple que se nos ocurre, es una memoria volátil, por lo que te recomiendo tener donde capturar esas ideas antes de que se desaparezcan, sino esto tambien sería una perdida de tiempo. De cualquier forma, la mayoría de nosotros nos encontramos siempre con nuestros pensamientos, más a menudo de lo que estamos conscientes; pero hay una enorme diferencia entre un aleatorio de 10 minutos de distracción y un bloque dedicado de la imaginación.
Y si somos honestos, no importa lo ocupado que pensamos estar durante el día, la mayoría de nosotros fácilmente desperdiciamos eso en cosas triviales que no añaden nada a nuestras vidas, como navegar en nuestras redes sociales cada 10 minutos. Si la persona promedio puede pasar 2 horas al día en las redes sociales, unas pocas horas a la semana para organizar su vida no es una gran pregunta. Es un pequeño precio que podemos pagar, por una recompensa consistente y productiva.
Así que deja de perder el tiempo y ponte a reflexionar sin distracciones; siempre y cuando estés convencido, que quieres ser una persona creativa.
Tomaso